Compartiendo contigo algunas cosas de mi actualidad

Saludos cordiales para ti, amigo lector que tanto me honras y distingues hoy con tu visita a este espacio, que constituye un nuevo comienzo para tu servidor que aquí te escribe.

Soy Vladimir Estrada, profesor, consultor e investigador cubano; vivo y trabajo en mi Caribe que amo (específicamente en la República Dominicana), y tal vez me conozcas por mi labor y presencia en los espacios productivos que gestiono (mis blogs Personas&Marcas: Pensamiento, Decisión, Acción y Creando y Compartiendo Creaciones, así como mi blog en LinkedIn), o también de otras personas u organizaciones, en los cuales publico de modo eventual o sistemático como autor invitado o colaborador (por ejemplo, Soymimarca, Puro Marketing, La Nueva Ruta del Empleo y Pruebate Magazine). En todo caso, considérate cordialmente invitado a leer, compartir, comentar y criticar cada una de mis propuestas en esos u otros ámbitos de creación y producción; así crecemos y aprendemos todos. Como nos dejó dicho el gran José Martí -Apóstol de mi Patria-, "...crítica es el ejercicio del criterio... Criticar, no es morder, ni tenacear, ni clavar en la áspera picota, no es consagrarse impíamente a escudriñar con miradas avaras en la obra bella los lunares y manchas que la afean; es señalar con noble intento el lunar negro, y desvanecer con mano piadosa la sombra que oscurece la obra bella. Criticar es amar."

Me gusta mucho escribir sobre lo que aprendo en mis investigaciones académicas, en los procesos consultivos y formativos que desarrollo, y en mi práctica profesional en general. Considero que son aprendizajes que pueden resultar útiles a otras personas y a diversas organizaciones -aunque solo sea para constatar que algunos o muchos de ellos no les funcionan, jejeje-; por ende, me place y aporta mucho ponerlos a su disposición, aprender de las críticas y comentarios que sobre ellos son efectuados, y enriquecer de tales modos las nuevas intervenciones que desarrollo personalmente, y/o que propongo a mis estudiantes y colegas.

Te comento algo sobre mi práctica creativo/productiva, ribeteado con matices de mi esfera más personal. Desde hace un tiempo -inicios de 2017- vengo notando que mi tiempo para producir y difundir contenidos (y leer/analizar/ponderar/difundir los de otros colegas, aprendiendo de ellos, lo cual siempre he disfrutado muchísimo), se reduce progresiva y considerablemente, debido entre otras razones a las fuertes exigencias de mi empleo como directivo académico universitario de tiempo completo, profesor de postgrado, asesor e investigador (mas algunos rollos de salud que me han golpeado con bastante fuerza); sobre todo teniendo en cuenta que normalmente escribo y difundo en línea trabajos de una extensión relativamente grande. Por ejemplo, en los últimos tres años he publicado diversos posts en el entorno de las 12000 palabras (uno de ellos, Marca personal: del ser que somos al ser que proyectamos); las 15000 (aquí caben Cómo usar un blog en modo branding personal y Cómo gestiona un experto su marca personal); las 20000 (como el ebook Con nosotros, todo; sin nosotros, nada, lanzado en el Congreso Internacional Personal Branding Lab Day 2017), y recientemente, uno de más de 32000 palabras titulado Marca personal y empresa: la otra verdad, que ha tenido cierta interesante repercusión en línea; y por citarte otro ejemplo, el tamaño promedio de los artículos de mi blog en 2016 fue de casi 5 000 palabras). Y por mi parte, no deseo ni creo que me convenga renunciar a ese estilo, pues él me refleja, resulta muy compatible con las necesidades creativo/productivas de mi ejercicio académico, y deriva de mi necesidad y propensión a agotar en lo posible los temas cuando los trabajo (y hablo de agotar temas únicamente desde mi potencial de tratamiento de ellos, por supuesto; pues no hay nadie que pueda agotar alguno, especialmente cuando la información sobre cualquier tema crece diariamente a una velocidad y con una profundidad cada vez más VUCA).

Pero todo ello entra en franca contradicción con mi disponibilidad de tiempo real para producir contenidos de ese carácter. El tiempo profesionalmente útil -me gusta este concepto, que se me acaba de ocurrir en virtud del análisis que hago de mi realidad, y con el cual he titulado este post- es para mí cada vez más escaso y difícil de administrar, precisamente por las exigencias de un entorno laboral/profesional cada vez más demandante (y conozco otros varios casos de colegas que pasan por similar situación). Precisaré un poco este aspecto.

Denomino tiempo profesionalmente útil al que podemos dedicar al ejercicio de las actividades profesionales que producen la mayor parte de nuestros resultados positivos en todos los órdenes, tanto en sentido cuantitativo como cualitativo; que no está necesariamente asociado al "horario de trabajo" como este es tradicionalmente entendido (generalmente -aunque no únicamente- en términos de empleo por cuenta ajena: la así llamada "jornada laboral"), y que coincide con las denominadas "horas más productivas" de cada quien -que en modo alguno son las mismas para todos, ni mucho menos; yo, por ejemplo, soy mucho más creativo y productivo en las tardes que en las mañanas y no soy nada bueno trabajando en las noches, salvo que se trate de continuar sin interrupciones una tarea que haya iniciado en la tarde sin haber estado muy cargado en la mañana-. Y he resaltado al inicio de la definición la palabra podemos, porque si por razones ajenas a nuestra voluntad no lo podemos utilizar, pues este no será un tiempo profesionalmente útil, sino absolutamente inútil.

Y en términos de personal branding, el tiempo profesionalmente útil debería ser mayoritariamente dedicado a las actividades que generan mayor desarrollo, impacto y posicionamiento de nuestra marca personal: ni más, ni menos. De ahí deriva en este tema, siguiendo la lógica del modelo Iceberg de los amigos de Soymimarca, la enorme importancia del autoconocimiento (por ejemplo, para conocer a fondo en qué estamos razonablemente bien -para aportar valor a nuestros públicos- y en cuáles aspectos necesitamos crecer -ídem-); de la estrategia (entre otras razones, para trazar y recorrer trayectos de marca personal que nos permitan aprovechar mejor nuestro tiempo profesionalmente útil para aportar valor); y de la comunicación (por ejemplo, para difundir correctamente entre los públicos nuestro potencial de aporte de valor; también para conocer los mejores horarios de impacto de nuestra marca personal en el entorno online y difundir contenido o promover conversaciones en ellos; o en otra cuerda, para hacer saber a nuestros clientes actuales y potenciales cuáles son los mejores momentos en que les podemos servir y conciliarlos con los suyos, en función de lograr una mayor calidad de las interacciones, un máximo aprovechamiento mutuo de los tiempos de trabajo, y un mejor/mayor aporte y utilización de valor).

Ahora bien: no nos vayamos a un extremo ni al otro, pues el tiempo es un recurso escaso, y su utilidad profesional depende de múltiples factores, muchos de los cuales no están siempre bajo nuestro control. Entre ellos, su disponibilidad. Como bien dice el Maestro Andrés en un post muyyyyy reciente, muchos entre quienes se sienten "...condenados a ser empleados, a trabajar por cuenta ajena, parece que consideran que lo que hacen para una organización solo tiene valor dentro de ella y solo de ella. Ni se plantean que, eso mismo, en muchísimos casos, podrían hacerlo por su cuenta y seguramente desde su casa." Entonces, se trata de gestionar los necesarios equilibrios dinámicos entre el tiempo profesionalmente útil que debemos dedicar a nuestro empleo (si amamos lo que en él hacemos, crecemos haciéndolo, y disfrutamos aportar valor en tal contexto) y el que queremos, podemos y debemos dedicar a seguir siendo, haciendo, creciendo y logrando como profesionales, posicionando nuestras marcas personales fuera de la sombrilla institucional que nos cobija (por ahora), y aportando valor fuera del entorno donde somos empleados, a través de las mismas o de diferentes actividades.

Otro aspecto. Por un lado, la escasez creciente de tiempo profesionalmente útil puede ser considerada como una muyyyyyy buena noticia -supongo- para cualquiera que se enfrente a todo esto, porque eventualmente (suponiendo que nos gestionemos bien) indica mayor aceptación y más demanda de lo que hacemos, y del valor que aportamos; pero por otro, eso implica la responsabilidad de saber/querer/poder gestionar con mucha mayor efectividad ese tiempo profesionalmente útil para sacarle el máximo provecho, pues esos públicos que expresan tal demanda merecen, requieren y necesitan de nosotros, en sus tiempos y no necesariamente en los nuestros, las soluciones y el valor que les podemos aportar, sea cual sea su forma.

Ello se torna mucho más complejo para quienes somos empleados por cuenta ajena, y se nos mide y evalúa por nuestros resultados...especialmente, si asumimos ese empleo como un negocio propio, con el mismo nivel de entrega y compromiso que si nos perteneciera en plena propiedad. Como he planteado hace algún tiempo en otro trabajo:


Esto a veces puede convertirse en una especie de tortura para quienes recibimos frecuentes solicitudes de servicios o propuestas colaborativas al margen de nuestro empleo de tiempo completo, tenemos el sentido de contribución como un valor incorporado y consolidado, y valoramos la palabra empeñada como nuestra principal garantía de pertinencia profesional; pero también puede estimular nuestra creatividad y nuestra flexibilidad para poder generar y ofrecer respuestas que aporten el valor comprometido, aunque la forma pueda variar en algún sentido. Por ejemplo, ahora mismo me hallo inmerso en el cumplimiento de un compromiso que hice hace algún tiempo con la excelente colega mexicana Nancy Vásquez, líder y gestora de la empresa Integra Personal Branding (escribir un trabajo temático de gran envergadura como apoyo académico al Congreso PBEX 2018); y he debido modificar la forma y el volumen del texto -convirtiéndolo en una pequeña serie de varias entregas-, porque objetivamente, dado el apremio de mis exigencias laborales actuales (que no estaba presente a este nivel cuando hice el compromiso con ella), no dispongo del tiempo requerido para escribir (y revisarlo con el grado de detalle que suelo dedicar a esa tarea) un post de gran volumen. Me resulta mucho más práctico y viable redactar varios posts de tamaño medio en la misma línea temática; es lo que estoy haciendo, y pretendo iniciar su envío a Nancy en un par de días, posiblemente mañana mismo. Y tal vez resulte hasta mejor en términos de impacto sobre el público que consume los contenidos informativos sobre este importantísimo evento internacional; pero ese no es el tema.

Otro ejemplo: desde hace algún tiempo he iniciado y hasta avanzado en colaboraciones intelectuales que tengo en suspenso por las razones ya mencionadas, y que obviamente voy a retomar en breve (ya me preparo fuertemente para ello, y habrá resultados visibles en breves días); y tengo, además, otros pendientes en proceso con mis especiales amigos Ylse y Guillem, y un par de solicitudes de servicios profesionales de personas que han aguardado pacientemente mi disponibilidad, a las cuales debo respuesta. Pero de nuevo, el factor que denomino tiempo profesionalmente útil escasea tremendamente, y me demanda mucha mejor gestión de mí mismo -o sea, autoliderazgo a pulso, como bien dice Ylse: el liderazgo personal es la capacidad que tenemos para gerenciar nuestras vidas, con la finalidad de alcanzar nuestros objetivos- para poder hacerlo todo. También nuestra gran Eva, la Eva de todos, ha hecho un excelente abordaje de este aspecto en su impactante post evergreen Si no te lideras, difícilmente podrás liderar equipos; y para todos aquellos que nos enfrentamos a situaciones similares, esta mejor gestión pasa, en mi opinión, por la mejora continua de nuestras formas de hacer lo que hacemos. Se requiere, pues, diagnosticar situaciones, identificar realidades y tomar decisiones al respecto.

En mi caso, el verdadero tema de mejora es que, como creador, productor y difusor de contenidos, me urge incorporar una modalidad que me permita hacerlo en mis propios espacios y de nuevas maneras, más compatibles con mis obligaciones laborales/profesionales como empleado por cuenta ajena, mi escasez de tiempo profesionalmente útil, mis ahora más frecuentes viajes de trabajo, y con la posibilidad de escribir y publicar cómodamente, en cualquier lugar y sin complicaciones, desde mi teléfono móvil, donde utilizo Evernote. Y el blog https://profesorestrada.pro/, en el cual propongo habitualmente mis contenidos (inclusive, importando a él las propuestas que publico en otros medios), no debe ser el espacio para ello, puesto que como medio, ya tiene su modelo, su estilo, su público y su marca, nada de lo cual me interesa cambiar en modo alguno. Toca, entonces, generar y gestionar otro espacio.



La solución (¡espero!): un nuevo proyecto en blogging

Este espacio mío de blogging en Postach.io & Evernote ya existía; lo había creado e iniciado un proyecto en él hace algún tiempo, pero luego -gracias al Gran Maestro del blogging Antonio Cambronero- descubrí Medium (me enamoré de Medium) y dejé temporalmente en suspenso la excelente asociación que existe entre Evernote y Postach.io para bloguear con comodidad y de forma minimalista, con textos relativamente breves, que puedo escribir sin trauma desde mi celular (el que uso para escribir tiene un pantallón de seis pulgadas, óptimo para mi maltratada y disminuida vista, jejeje), e ir difundiendo ideas, noticias, proyectos, críticas, comentarios, propuestas, etc., etc., sin la necesidad de profundizar tanto en estos posts, sino más bien con una óptica informativo/ilustrativa y de comentario. En resumen, otra forma de crear y difundir las ideas que me nacen desde la interacción con mi realidad, y de mantenerme en contacto frecuente y propositivo con quienes me honran leyendo mis propuestas; ahora en volúmenes de texto sensiblemente menores, pero con las propuestas más condensadas y directas (en un tamaño que puede oscilar entre las 600 y 1200 palabras, dependiendo del tema, el contexto y la situación; excepcionalmente, este post introductorio, escrito casi corriendo -literalmente- en mi laptop, tiene 2601).

Y pienso que aquí tengo el espacio para iniciar esa otra lógica de trabajo creativo/productivo en modo blogging. Así que, desde hoy, iniciando con el post que estás leyendo, te estaré proponiendo cada vez que pueda nuevas cosas desde aquí, esperando poder aportarte algo de valor en cada una de esas propuestas. Espero en este nuevo modo (el cual ejercitaré en paralelo con el habitual, que mantendrá sus enfoques de tratamiento temático, sus espacios de creación/difusión, y sus frecuencias variables), poder merecer, ganarme y mantener tu gentil atención, tu interacción, y si tengo suerte, también tu difusión; pero en todo caso, puedo asegurarte que pondré en cada uno de los textos que aquí leas el mismo amor y compromiso contigo que he puesto hasta hoy en cada post publicado por mí, donde haya sido.

Y te reitero esto: si me has leído y seguido en otros sitios que gestionan distinguidos y muy apreciados colegas u organizaciones (a quienes agradezco desde y por siempre la oportunidad y el privilegio), y hace algún tiempo no lees cosas mías por allí, pues por favor, aguarda un poco: en muy breve plazo estaré de regreso en todos ellos, y allí me mantendré con la gracia de Dios.

¡Recibe desde este nuevo blog mi más afectuoso brand/abrazo caribeño!

Siempre tu amigo...